jueves, 28 de enero de 2010

¡Que curiosa es la historia!


Repasando en los anales de la historia, me he encontrado con unas palabras con las que el Cds presentaba su programa electoral en el año1982. Este programa comenzaba con unas frases concluyentes:


«España ha recuperado su dignidad al constituirse como una democracia plena.

Las libertades han servido para que el pueblo español experimente

el orgullo de estar a la altura de los tiempos históricos que vivimos

y a un nivel humano comparable con las democracias desarrolladas

de Occidente. Por primera vez en nuestro tiempo, los españoles nos sentimos sujetos activos de nuestro destino».

Por contra, y si analizamos la situación actual por la que atraviesa nuestro País, podemos observar como ha dado un giro de 360 grados.

Actualmente podemos ver como las libertades se están convirtiendo poco a poco en libertinaje, y que el orgullo que manifestaba el pueblo español, sobre la conciencia social y la adaptación del sistema político y de sus representantes a la adecuación a un sistema democrático, se ha convertido en una abulía y apatía total, así como una falta de creencia absoluta, en nuestro sistema y nuestros dirigentes.

Curiosamente y de una forma totalmente anacrónica con la situación que deberíamos estar viviendo actualmente, los españoles por el contrario, no nos sentimos de ningún modo sujetos activos de nuestro sistema y en muchos casos hemos abandonado nuestro destino en manos de una clase política en la cual no creemos en muchos casos, sean de una ideología u otra.

Cuando en mi anterior artículo lo titulaba como “segunda transición”, me refería claramente a la necesidad de que España de un nuevo giro de 360 grados y sea capaz de volver a albergar la esperanza, la ilusión y sobre todo la creencia en nuestro sistema democrático.

Hoy en el año 2010 y casi treinta años después de un momento crucial de España, debemos ser sensibles al sentimiento de un pueblo y fortalecer de nuevo nuestras Instituciones más sagradas, no enconándonos en un bipartidismo, el cual no favorece en nada a un sistema democrático. Por ello no debemos olvidar del pasado, para aprender de sus errores y no volver a caer en ellos y homenajear a nuestros ancestros padres constitucionales, fomentando de nuevo la esperanza entre nuestros jóvenes.

No quiero ser derrotista, ya que quiero mandar un mensaje de esperanza. Por ello España necesita reencontrarse de nuevo con su pasado para poder mirar con claridad al futuro.

Un saludo a todos.

1 comentario:

José Carlos: dijo...

Amigo Miguel, lo importante es ver para adelante, pero no se debe olvidar hacer justicia, es mucho lo que esta lacra de casta política le ha hecho al pueblo español, nos ha dejado un desierto y no les importa seguir haciendo daño para aumentar sus ganancias y privilegios y sin rendir cuentas y pagar por lo mal hecho. saludos