martes, 26 de mayo de 2009

El conservadurismo es causa de desprestigio




Ello ocurre porque el lider de las asociaciones por auto conciencia o por intuición- percibe un deterioro direccional y funcional de su función. Básicamente por incapacidad o limitaciones para readecuar su instrumental cognitivo y práctico a las exigencias de la guardia civil contemporánea, que en los acontecimientos recientes ha vivido, con celeridad inédita, aunque no tanto como se esperaba transformaciones radicales que, además, desencadenan incesantes procesos de más y más transformaciones.



La subestructura asociativa y el modelo antiguo de asociacionismo cultural, o de feudos, cuasi familiares se ha erigido en una de las instancias dirigentes más rezagadas, más conservadoras. Ese conservadurismo es el que le impide u obstaculiza reconocer los cambios e insertarse orgánicamente en ellos. Y es esa inorganicidad, esa falta de armonía con los fenómenos modernos y con la modernidad la razón esencial de su desprestigio y su nula efectividad.



En otras palabras, no puede sino más que desprestigiarse una subestructura que no entiende de aquello que se supone debe identificar en sus problemáticas y conflictividades para orientarlo y conducirlo. Los fenómenos modernos, sus dinámicas, sus contradicciones, sus propios procesos de crecimiento y modernización, se les han escapado de las manos. El sistema asociacionista cultural antiguo hoy es más un objeto que un sujeto de la modernidad. Y eso es resultado de su resistencia al cambio en su internalidad. Frente a los estremecimientos y colapsos, frente al rápido y continuo reemplazo de lo viejo por lo nuevo que acompaña a la modernidad, el sistema asociacionista se auto recetó -para su ser íntimo, para su autodefensa- conservadurismo, a costa de perder parte de su esencialidad y funcionalidad y de ganar desprestigio.



El conservadurismo alude a cuestiones de fondo y no sólo de formas o de estilos. Hace referencia a instrumental analítico, a cosmovisiones, a énfasis programáticos y temáticos, a proyectos históricos, etc. Por lo mismo, las innovaciones asociativas en cuanto a formas y estilos son engañosas. En su mayoría, no provienen de la sustancia y de la lógica actual asociativa, sino de la imitación de formas y estilos de otras subestructuras exitosas las cuales están todavía en proceso de modernización, pero que han sufrido grandes cambios y han sabido adaptarse correctamente a los procesos de innovación y modernización.



De las incertidumbres propias de la modernidad es de lo que pareciera no quieren saber nada algunos lideres asociativos. De ahí su apatía hacia la reflexión crítica. Y no quieren saber nada, los unos, porque el “modelo” es la única propiedad intelectual que poseen y los otros porque no sabrían que hacer-al menos mientras gobiernen- sin el “modelo”.



De acuerdo a lo analizado se deduce que no es tarea fácil lograr que las asociaciones y los guardias civiles “no afiliados” superen los prejuicios con los que evalúan y califican el asociacionismo. Y no lo es, principalmente, porque las propias asociaciones están errando los caminos y resisten porfiadamente a las presiones que la modernidad ejerce en aras de radicales readecuaciones de su actividad. Sin embargo, plantearse esa tarea es una demanda de proporciones históricas, porque, en el fondo, el desprestigio del asociacionismo tiene que ver con un desconcierto colectivo frente a la modernidad y con una pérdida de marcos orientadores para los guardias civiles, uno de los cuales debiera ser el trabajo institucionalizador y de solución de conflictos. En definitiva, que entre asociacionismo y guardia civil, que entre los políticos, instituciones Gubernamentales y las asociaciones se establezcan relaciones de respeto y confianza es un objetivo que forma parte de un proceso más amplio y superior de trabajo para la consecución de la dignidad laboral y económica de los guardias civiles. Naciones como la nuestra se enfrentan a un dilema dramático: vivir la modernidad globalizada o ser vivida por ella. Apropiarse racional y socialmente de lo moderno depende de la calidad del asociacionismo y de su legitimidad social. Sin ello, el futuro estará a merced de un creciente azar.

domingo, 24 de mayo de 2009

UNO DE MIS MOMENTOS MÁS DIFÍCILES (MI DIMISIÓN)



Es realmente curioso en este mundillo asociativo, que no nos demos cuenta de la realidad de los cambios que se han producido en el Asociacionismo de la Guardia Civil. No hubiera escrito nunca esta entrada a mi blog, si no fuera para dejar constancia de los motivos de mi marcha de la Unión de Guardias Civiles.





A lo largo de ese tiempo que me mantengo alejado de lo que ha sido para mi, los últimos tiempos de mi vida, he recibido innumerables llamadas, las cuales tengo que agradecer profundamente. Desde políticos, periodistas, compañeros, hasta aquellas que más me han sorprendido, pero que me han hecho comprender que tan mal no lo hacía, ya que todas ellas han sido para darme su apoyo, tanto institucional, como personal. Algunas sobre todo han sido recibidas ante la incredulidad de mi marcha, las cuales incluso me ha costado convercerles de que era real. A su vez, he recibido curiosas llamadas, en las que me informaban de maniobras de descrédito, que pudieran ser propias de las SS de Hitler. Una de ellas me trasladaba la posibilidad de que otra asociación me había ofrecido la cantidad de 60.000 euros por pasarme a su asociación y así comprar mi vocalía en el Consejo de la Guardia Civil. Ante esto le trasladé que me iba a poner en contacto con el resto de vocales y si nos ofrecían a cada uno 120.000 euros, seguro que nos pasábamos todos (es broma, ¡eh!, que aquí algunos esperan algo como esto para llamarte traidor).





Quiero agradecer de un modo profundo, a las asociaciones que me han trasladado su firme apoyo y sobre todo a mis AMIGOS de la Unión de Guardias Civiles (ellos ya saben a quien me refiero sería muy larga la lista).





Me voy agradecido a los que consideran que la guardia civil es un cortijo, ya que su actitud me ha dado fuerzas para seguir luchando contra ellos. Me voy contento de que mis "enemigos asocitivos", me han llamado todos para mostrarme su apoyo y respeto a mi trabajo. Pero sobre todo me voy agradecido a aquellos que de una u otra manera me han ayudado en mi camino. He hecho grandes amigos a lo largo de mi trayectoria y grandes compañeros de viaje. Mi especial recuerdo para los que he conocido en Avda. de América y en el Confederal que no voy a nombrar por respeto a ellos. Mi cariño para aquellos que desde su posición política han aportado un granito de arena para la consecución de las mejoras laborales de los guardias civiles.





Como veréis tendría tanta gente a la que agradecer el haber compartido momentos de mi vida, que no acabaría este artículo, por lo que ruego que me perdonen aquellos que no mencione, ya que no se si nombrarles sería perjudicial para ellos o no.





Por ello y debido a la cantidad de referencias que se hace a mi persona, sobre la veracidad de mi dimisión o no de la Unión de Guardias Civiles Profesional, os traslado la dimisión enviada en su día. Un saludo y gracias por vuestro tiempo:



Miguel Angel Lezcano López
Presidente de
Unión de Guardias Civiles Profesionales

Al Secretario de la Unión de Guardias Civiles Profesionales:
Como ya conoces, desde hace algún tiempo paso por problemas familiares graves, que requieren la necesidad imperiosa de dedicar tiempo a los mismos, lo que hace incompatible mi función de Presidente de la Asociación, aunque si me permita desarrollar mis funciones como Consejero de la Guardia Civil.
Como sabes, siempre he trabajado por intentar lograr el bienestar de los guardias civiles, en circunstancias nada fáciles, pero aún así ha merecido la pena tanta lucha.
Recientemente, llegué a la conclusión de que mi permanencia como Presidente no era sostenible, ya que dichas circunstancias personales y familiares necesitan, a día de hoy, mi tiempo, y convencido de la irreversibilidad e inevitabilidad de mi dimisión como Presidente, y desde la convicción de que era lo mejor, he decidido tomar esta decisión irrevocable.
Como bien sabes, llevo demasiados años de lucha, quizá demasiados. Ya que el año 89, se me hace muy lejano. He conocido gracias a estas circunstancias a verdaderos luchadores que han intentado mejorar dentro de sus posibilidades las condiciones de vida de los guardias civiles y con ese grato recuerdo me quedo. Así como con el de aquellos que han apoyado de una manera u otra nuestras razones y circunstancias.
Siempre mantendré mi afecto y aprecio a nuestra Asociación que me ha dado la oportunidad de conocer a magníficas personas, de descubrir nuevos amigos, y de poder prestar, modestamente, un servicio a los intereses generales, en las labores que he desarrollado en la misma.
Por todas estas circunstancias te ruego traslades a los compañeros de la Asociación, así como a los organismos oportunos, mi dimisión irreversible e inevitable de mi cargo como Presidente de la Unión de Guardias Civiles Profesional y mi plena disposición para seguir defendiendo como hasta ahora, desde mi cargo como Consejero de la Guardia Civil, los intereses de mi asociación.
Con toda mi estima.

Madrid a 28 de abril de 2009
Miguel Angel Lezcano López


sábado, 23 de mayo de 2009

Dedicado a Luter King


Sería desastroso para la las asociaciones de guardias civiles pasar por alto la urgencia y las características especiales del momento y subestimar la determinación de los políticos actuales, sin destacar un partido u otro. Unos movidos quizá por la presión ejercida sobre ellos y sus pasadas promesas (recordemos que lo dicho en el pasado y que no se cumple, siempre pasa factura), otros por su labor de oposición, algunos por ser simplemente minoría y encontrarse en disposición de seguir el discurso que más convenga y finalmente aquellos que lo defienden por convicción, aunque este grupo es el menos numeroso y se podría contar con los dedos de las manos.

Este último periodo del legítimo descontento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y en especial de los guardias civiles, no pasará hasta que haya un estimulante período de libertad e igualdad. El año 2008 no es un fin, sino un comienzo que perdurará en el 2009. No habrá descanso ni tranquilidad en España hasta que los guardias civiles tengan garantizados sus derechos como cualquier otros ciudadanos. Los torbellinos de revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que nazca el día brillante de la justicia.

Pero hay algo que debo decir aunque suene extraño. En el proceso de conseguir nuestro legítimo lugar, no debemos ser culpables de acciones equivocadas. No busquemos saciar nuestra sed de libertad y dignidad bebiendo de la copa del encarnizamiento y del odio. Debemos conducir siempre nuestra lucha en el elevado nivel de la dignidad, trabajo y sabiendo desarrollar y aprovechar lo que el momento nos ofrece. Es momento de la diplomacia y lo institucional, dejando las barricadas como último recurso. No debemos permitir que nuestra fecunda protesta degenere en violencia agresiva, aunque sea verbal, ya que eso nos cerrará cualquier puerta. La maravillosa nueva estirpe que ha envuelto el movimiento asociativo en la guardia civil no debe llevarnos a desconfiar de todos aquello que no sean de los nuestros, ya que muchos de nuestros compañeros, como sus últimas acciones han evidenciado, han llegado a ser conscientes de que su destino está atado a nuestro destino. Han llegado a darse cuenta de que sus derechos y su dignidad está intrínsicamente unida a la nuestra. No podemos caminar solos.

Y mientras caminamos, debemos hacer la solemne promesa de que siempre caminaremos hacia adelante. No podemos volver atrás. No podemos estar satisfechos mientras los guardias civiles sean víctimas de las indecibles discriminaciones con otros cuerpos policiales. No podemos estar satisfechos, ni conformarnos con que la afiliación en la guardia civil siga siendo de un 30 %. Debemos tener argumentos para consolidar el movimiento asociativo en nuestro Cuerpo para que roce el 100%. Y eso sólo se consigue con trabajo. No podemos estar satisfechos mientras un solo guardia civil no sepa cuando va a librar y disponer de un día para dedicarlo a su familia. No podemos sentirnos satisfechos mientras veamos morir a nuestros compañeros, sin haber puesto por lo menos los medios adecuados para disminuir la tragedia. No podemos estar de manos cruzadas, mientras veamos como no podemos llevar una calida de vida digna, por culpa de las diferencias retributivas entre cuerpos policiales, No, no, no estamos satisfechos y no estaremos satisfechos hasta que la justicia corra como las aguas y la rectitud como un impetuoso torrente.

No soy inconsciente de que algunos de vosotros y vosotras habéis llegado hasta aquí después de grandes procesos y tribulaciones. Algunos de vosotros y vosotras habéis salido en un pasado muy reciente y que se quiere olvidar de estrechas celdas de una prisión. Algunos de vosotros y vosotras habéis venido de zonas donde vuestra labor en defensa de los ciudadanos, sin discriminar raza, sexo o religión os dejó golpeados por las tormentas de la persecución, la discriminación y el terrorismo. Muchos de nosotros, jóvenes en muchos casos que no llegan a los treinta, se han encontrado con la más cruel realidad del terrorismo. Habéis sido los veteranos del sufrimiento fecundo. Continuad trabajando con la fe y la esperanza de que el sufrimiento inmerecido es redención y que con nuestra lucha diaria, pronto veremos el final de la discriminación.

Volved a vuestros cuarteles, volved a vuestros trabajos, volved a a la calle y seguir defendiendo los derechos de cada ciudadano, pero sobre todo volved a vuestros hogares y sentios orgullosos de vosotros mismos, sabiendo que de un modo u otro esta situación puede y va a ser cambiada.

No nos hundamos en el valle de la desesperación. Aun así, aunque vemos delante las dificultades de hoy y mañana, amigos míos, os digo hoy: todavía tengo un sueño. Es un sueño profundamente enraizado y por el que merece la pena seguir luchando.

Tengo un sueño: que un día esta nación se pondrá en pie y realizará el verdadero significado de su credo: “Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas: que todos los hombres han sido creados iguales y tienen los mismos derechos constitucionales”.

Tengo un sueño: que un día sobre los cimientos de la Dirección General de la Guardia Civil, los hijos de quienes fueron machacados y restringidos de cualquier derecho y los hijos de quienes fueron los dueños de la guardia civil, como si de cortijos se trataran, serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la fraternidad.

Tengo un sueño: que un día incluso en el Congreso de los Diputados, un lugar sofocante por el calor de la injusticia a veces con nuestro Cuerpo, sofocante por el calor de la búsqueda una y otra vez de nuestra dignidad laboral y profesional, se transformará en un oasis de libertad y justicia.

Tengo un sueño: que mis tres hijas verán un día, que en la Guardia Civil los guardias civiles no serán juzgados nunca más por defender la dignidad del colectivo, sino por su reputación y su trabajo en la defensa de éste.

miércoles, 20 de mayo de 2009

"He tenido un sueño"


Como diría Martin Luther King en el discurso que brindó en los escalones del monumento a Lincoln en Washington D.C.: "I have a dream".
Esta noche y una vez finalizada la sesión matutina del Consejo de la Guardia Civil, mi subconsciente me ha traicionado una vez más y ha dejado fluir mis más fervientes anhelos y deseos. Esta madrugada me he permitido la licencia de poder soñar. Quizá influido por la armonía con la que se ha desarrollado la sesión o quizá por ver un rayo de luz y esperanza entre tanta tormenta.
Hace años, un gran luchador, bajo cuya sombra simbólica nacimos los sindico-asociacionistas nos paramos, comenzó el movimiento reivindicativo en la Guardia Civil. Este importante movimiento se convirtió en un gran faro de esperanza para miles de guardias civiles que fueron cocinados en las llamas de la injusticia. Llegó como un amanecer de alegría para terminar la larga noche del cautiverio.
Pero 30 años después, debemos enfrentar el hecho trágico de que el guardia civil todavía no es un ciudadano con los mismos derechos que la propia Constitución proclama para el resto de los españoles. Treinta años después, la vida del guardia civil es todavía minada por la restricción de esos derechos discriminatorios que hacen que un guardia civil no pueda reclamar sus derechos económicos y laborales de igual forma que otro miembro de cualquier Cuerpo policial. Treinta años después, el guardia civil vive en una solitaria isla de pobreza en medio de un vasto océano de derechos sociales. Treinta años después el guardia civil todavía languidece en los rincones de la sociedad española y se encuentra a sí mismo exiliado en el terreno laboral en su propia tierra.
Cuando los arquitectos de nuestra Nación escribieron las magníficas palabras de la Constitución, firmaban una promisoria nota de la que todo ciudadano español sería el heredero. Esta nota era una promesa de que todos los hombres tendrían garantizados los derechos inalienables de "Vida, Libertad y la búsqueda de la Felicidad".
Es obvio hoy que nuestra España ha fallado en su promesa en lo que respecta a sus ciudadanos de color verde oliva. En vez de honrar su abnegada labor y los constantes padecimientos que estos ciudadanos han sufrido a lo largo de la historia, España dio al guardia civil, en el sentido más figurado, un cheque sin valor, que fue devuelto con el siguiente lema: "fondos insuficientes". Pero no debemos rehusar a creer que el banco de la justicia está quebrado. No debemos rehusar a creer que no hay fondos en los grandes depósitos de oportunidad en esta nación. Entonces ha llegado el momento de que cobremos este cheque, un cheque que nos dará las riquezas de la libertad y la seguridad de la justicia.
En medio de este sueño, un sudor frío recorrió mi columna vertebral, con el recuerdo de tantos y tantos guardias civiles caídos en la lucha por la consecución de estos sueños. De pronto desperté, pero me sentí contento y feliz por haber podido acariciar, aunque fuese subconscientemente un profundo cambió en tan Benemérito Cuerpo.

Aunque parezca que mi estado somnoliento, pudiera haberme producido alucinaciones de un futuro prometedor, mi consciente me hizo reflexionar dándome cuenta de que algo si había empezado a cambiar y teníamos ante nosotros una llave que podía hacernos abrir unas puertas que anteriormente nunca hubiéramos soñado, aunque también entendí que había que dar un giro de 360 grados a los modelos asociacionistas anteriormente conocidos. Debíamos eliminar cualquier tipo de rencor pasado, teníamos que navegar por nuevos rumbos, tanto políticos como sociales, ya que si algo había comprendido en mi jornada matutina, es que un nuevo modelo se nos ofrecía de manera disimulada, dándonos a nosotros la opción de aferrarnos a él, o simplemente despreciarlo y anclarnos a un pasado caduco y obsoleto
Recuerda que tras la noche, vendrá una noche más larga, quiero que no me abandones, Nación mía al alba.

lunes, 18 de mayo de 2009

MARCO ANTONIO, CESAR Y BRUTO


Quisiera hoy dejar constancia de uno de los discursos que más me han impactado a los largo de mis andanzas por el teatrillo, se trata de Shakespeare. Es el de Marco Antonio ante el cadáver de César, convirtiendo el cinismo en un arte, que es lo que es...diciendo aparentemente todo lo contrario a lo que se pretende, se pone en marcha a la plebe en la dirección deseada.. ANTONIO. - ¡Amigos, romanos, compatriotas, prestadme atención! ¡Vengo a inhumar a César, no a ensalzarle! ¡El mal que hacen los hombres les sobrevive! ¡El bien queda frecuentemente sepultado con sus huesos! ¡Sea así con César! El noble Bruto os ha dicho que César era ambicioso. Si lo fue, era la suya una falta, y gravemente lo ha pagado. Con la venía de Bruto y los demás -pues Bruto es un hombre honrado, como son todos ellos, hombres todos honrados- vengo a hablar en el funeral de César. Era mi amigo, para mí leal y sincero, pero Bruto dice que era ambicioso, y Bruto es un hombre honrado. Infinitos cautivos trajo a Roma, cuyos rescates llenaron el tesoro público. ¿Parecía esto ambición en César? Siempre que los pobres dejaran oír su voz lastimera, César lloraba. ¡La ambición debería ser de una sustancia más dura! No obstante, Bruto dice que era ambicioso, y Bruto es un hombre honrado. Todos visteis que en las Lupercales le presenté tres veces una corona real, y la rechazó tres veces. ¿Era esto ambición? No obstante, Bruto dice que era ambicioso, y, ciertamente, es un hombre honrado. ¡No hablo para desaprobar lo que Bruto habló! ¡Pero estoy aquí para decir lo que sé! Todos le amasteis alguna vez, y no sin causa. ¿Qué razón, entonces, os detiene ahora para no llevarle luto? ¡Oh raciocinio! ¡Has ido a buscar asilo en los irracionales, pues los hombres han perdido la razón! ¡Toleradme! ¡Mí corazón está ahí, en ese féretro, con César, y he de detenerme hasta que torne a mí... (...) ANTONIO. - ¡Ayer todavía, la palabra de César hubiera podido hacer frente al universo! ¡Ahora yace ahí, y nadie hay tan humilde que le reverencie! ¡Oh señores! Si estuviera dispuesto a excitar al motín y a la cólera a vuestras mentes y corazones, sería injusto con Bruto y con Casio, quienes, como todos sabéis, son hombres honrados. ¡No quiero ser injusto con ellos! ¡Prefiero serlo con el muerto, conmigo y con vosotros, antes que con esos hombres tan honrados! pero he aquí un pergamino con el sello de César. Lo hallé en su gabinete y es su testamento. ¡Oiga el pueblo su voluntad -aunque, con vuestro permiso, no me propongo leerlo- e irá a besar las heridas de César muerto y a empapar sus pañuelos en su sagrada, sangre! ¡Sí! ¡Reclamará un cabello suyo como reliquia, y al morir lo transmitirá por testamento como un rico legado a su posteridad! CIUDADANO CUARTO. - ¡Queremos conocer el testamento! ¡Leedlo, Marco Antonio! TODOS. - ¡El testamento! ¡El testamento! ¡Queremos oír el testamento de César! ANTONIO. - ¡Sed pacientes, amables amigos! ¡No debo leerlo! ¡No es conveniente que sepáis hasta qué extremo os amó César! Pues siendo hombres y no leños ni piedras, ¡sino hombres!, al oír el testamento de César os enfureceríais llenos de desesperación. Así, no es bueno haceros saber que os instituye sus herederos, pues si lo supierais, ¡oh!, ¿qué no habría de acontecer? CIUDADANO CUABTO. - ¡Leed el testamento, queremos oírlo! ¡Es preciso que nos leáis el testamento! ¡El testamento! ANTONIO. - ¿Tendréis paciencia? ¿Permaneceréis un. momento en calma? He ido demasiado lejos al deciros esto. Temo agraviar a los honrados hombres cuyos puñales traspasaron a César. ¡Lo temo! CIUDADANO CUARTO. -"¡Son unos traidores! ¡Hombres honrados! TODOS. - ¡Su última voluntad! ¡El testamento! ANTONIO. - ¿Queréis obligarme entonces a leer el testamento? Pues bien: formad círculo en torno del cadáver de César y dejadme enseñaros al que hizo el testamento. ¿Descenderé? ¿Me dais vuestro permiso? TODOS. - ¡Bajad! CIUDADANO SEGUNDO. - ¡Descended! (ANTONIO desciende de la tribuna.) CIUDADANO TERCERO. - Estáis autorizado. CIUDADANO CUARTO. - Formad círculo. Colocaos alrededor. CIUDADANO PRIMERO. - ¡Apartaos del féretro, apartaos del cadáver! CIUDADANO SEGUNDO. - ¡Lugar para Antonio, para el muy noble Antonio! ANTONIO. - ¡No, no os agolpéis encima de mí! ¡Quedaos a distancia! VARIOS CIUDADANOS. - ¡Atrás! ¡Sitio! ¡Echaos atrás! ANTONIO. - ¡Si tenéis lágrimas, disponeos ahora a verterlas! ¡Todos conocéis este manto! Recuerdo cuando César lo estrenó. Era una tarde de estío, en su tienda, el día que venció a los de Nervi. ¡Mirad: por aquí penetró el puñal de Casio! ¡Ved qué brecha abrió el implacable Casca! ¡Por esta otra le hirió su muy amado Bruto! ¡Y al retirar su maldecido acero, observad cómo la sangre de César parece haberse lanzado en pos de él, como para asegurarse de si era o no Bruto el que tan inhumanamente abría la puerta! ¡Porque Bruto, como sabéis, era el ángel de César! ¡Juzgad, oh dioses, con qué ternura le amaba César! ¡Ése fue el golpe más cruel de todos, pues cuando el noble César vio que él también le hería, la ingratitud, más potente que los brazos de los traidores, le anonadó completamente! ¡Entonces estalló su poderoso corazón, y, cubriéndose el rostro con el manto, el gran César cayó a los pies de la estatua de Pompeyo, que se inundó de sangre! ¡Oh, qué caída, compatriotas! ¡En aquel momento, yo, y vosotros y todos; caímos, y la traición sangrienta triunfó sobre nosotros! ¡Oh, ahora lloráis y percibo sentir en vosotros la impresión de la piedad! ¡Esas lágrimas son generosas! ¡Almas compasivas! ¿Por qué lloráis, cuando aún no habéis visto más que la desgarrada vestidura de César? ¡Mirad aquí! ¡Aquí está él mismo, acribillado, como veis, por los traidores! CIUDADANO PRIMERO. - ¡Oh lamentable espectáculo! CIUDADANO SEGUNDO. - ¡Oh noble César! CIUDADANO TERCERO. - ¡Oh desgraciado día! CIUDADANO CUARTO. - ¡Oh traidores, villanos! CIUDADANO PRIMERO. - ¡Oh cuadro sangriento! CIUDADANO SEGUNDO. - ¡Seremos vengados! TODOS. - ¡Venganza!... ¡Pronto!... ¡Buscad!... ¡Quemad!... ¡Incendiad!... ¡Matad!... ¡Degollad!... ¡Que no quede vivo un traidor!... ANTONIO. - ¡Deteneos, compatriotas!... CIUDADANO PRIMERO. - ¡Silencio! ¡Oíd al noble Antonio! CIUDADANO SEGUNDO. - ¡Le escucharemos! ¡Le seguiremos! ¡Moriremos con él! ANTONIO. - ¡Buenos amigos, apreciables amigos, no os excite yo con esa repentina explosión de tumulto! Los que han consumado esta acción son hombres dignos. ¿Qué secretos agravios tenían para hacerlo? ¡Ay! Lo ignoro. Ellos son sensatos y honorables, y no dudo que os darán razones. ¡Yo no vengo, amigos, a concitar vuestras pasiones! Yo no soy orador como Bruto, sino, como todos sabéis, un hombre franco y sencillo, que amaba a su amigo, y esto lo saben bien los que públicamente me dieron licencia para hablar de él. ¡Porque no tengo ni talento, ni elocuencia, ni mérito, ni estilo, ni ademanes, ni el poder de la oratoria, que enardece la sangre de los hombres! Hablo llanamente y no os digo sino lo que todos conocéis. ¡Os muestro las heridas del bondadoso César, pobres, pobres bocas mudas, y les pido que ellas hablen de mí! ¡Pues si yo fuera Bruto y Bruto fuera Antonio, ese Antonio exasperaría vuestras almas y pondría una lengua en cada herida de César, capaz de conmover y levantar en motín las piedras de Roma! TODOS. - ¡Nos amotinaremos! CIUDADANO PRIMERO. - ¡Prendamos fuego a la casa de Bruto! CIUDADANO TERCERO. - ¡En marcha, pues! ¡Venid! ¡Busquemos a los conspiradores! ANTONIO. - ¡Oídme todavía, compatriotas! ¡Oídme todavía! TODOS. - ¡Silencio, eh!... ¡Escuchad a Antonio!... ¡Muy noble Antonio! ANTONIO. - ¡Amigos, no sabéis lo que vais a hacer! ¿Qué ha hecho César para así merecer vuestros afectos? ¡Ay! ¡Aún lo ignoráis! ¡Debo, pues, decíroslo! ¡Habéis olvidado el testamento de que os hablé! TODOS. - ¡Es verdad! ¡El testamento! ¡Quedémonos y oigamos el testamento! ANTONIO. - Aquí está, y con el sello de César. A cada ciudadano de Roma, a cada hombre, individualmente, lega setenta y cinco dracmas. (...) ANTONIO. - !Os lega además todos sus paseos, sus quintas particulares y sus jardines recién plantados a este lado del Tíber!. !Los deja a perpetuidad a vosotros y a vuestros herederos como parques públicos para que os paseéis y recreéis!. ¡Éste era un César! ¿Cuándo tendréis otro semejante? CIUDADANO PRIMERO. - ¡Nunca, nunca! ¡Venid! ¡Salgamos! ¡Salgamos! ¡Quememos su cuerpo en el sitio sagrado e incendiaremos con teas las casas de los traidores! ¡Recoged el cadáver! CIUDADANO SEGUNDO. - ¡Id en busca de fuego! CIUDADANO TERCERO. - ¡Destrozad los bancos! CIUDADANO CUARTO. - ¡Haced pedazos los asientos, las ventanas, todo! (Salen los CIUDADANOS con el Cuerpo.) ANTONIO. - ¡Ahora, prosiga la obra! ¡Maldad, ya estás en pie! ¡Toma el curso que quieras!


¡Cuantos Brutos y Marco Antonios existen en el mundo, aunque al final el cadaver siempre será el de César!...

Un saludo

domingo, 17 de mayo de 2009

Algunos rasgos fundamentales del mundo moderno



Ha sufrido y experimentado cambios profundos y acelerados, que progresivamente se extienden a un desarrollo profesional de las asociaciones, encaminándolas a un nuevo estatus generacional, similar al que sufrieron los sindicatos policiales.
Se puede ya hablar de una verdadera metamórfosis social y cultural, que redunda también en la guardia civil.
El nuevo modelo asociacionista amplía extraordinariamente su poder, sin embargo no siempre consigue someterlo a su servicio, debiendo adaptarse a este novedoso modelo.
Los antiguos modelos quieren conocer con profundidad y certezas cualquier paso que se produzca debido a la caducidad de su modelo, y con frecuencia se sienten más inciertos que nunca de sí mismos.
Descubre paulatinamente las leyes de la vida social, y duda sobre la orientación que a ésta se debe dar.
El antiguo modelo no consigue desligar poder y control, de crecimiento, estancando su modelo y produciendo laceraciones injustificables en sus asociaciones y asociados.
Como diría un seguidor de la doctrina de Cristo (Para mi el mayor sindicalista que ha tenido la historia del mundo:
La esperanza a quienes desesperan ya de sus destinos más altos.
El Mensaje debe ser luz, vida y libertad para el progreso. No sólo se puede vivir de una imagen, ya que sólo se triunfa con la palabra y con las obras, dando así testimonio del verdadero interés por progresar.
Por esta vía, los guardias civiles se sentirán despertados a una viva esperanza, lo contrario produce astío y desesperación.
Los nuevos modelos requerirán un monumental trabajo, y deberá esforzarse en superar las dificultades con prudencia y paciencia.
Una de las preguntas que haría a cualquiera que quisiera ingresar en el farragoso mundo de las asociaciones sería: ¿para quien vivimos, porqué nos movemos y para que existimos?. De hecho creo que cada uno de nosotros deberíamos hacernos la misma pregunta. Seguro que más de uno se daría cuenta que su sitio está en el retiro.
Hay que dar paso a las nuevas generaciones, las cuales vienen cargadas de sueños, fe y alegría.
En medio de las adversidades de esta vida hallan la fortaleza de la esperanza, pensando que "los padecimientos del tiempo presente no son nada en comparación con la gloria que ha de manifestarse en un futuro"
Los antiguos dinosaurios, llevan la maleta demasiado cargada de rencor, como para dar paso a un nuevo modelo de asociacionismo que es el que los guardias civiles y la guardia civil necesita.
Es simplemente, mi humilde opinión.
Un saludo

miércoles, 13 de mayo de 2009

SIRENAS Y TRITONES


Como dice wikipedia, en la mitología griega, las sirenas son una clave difusa que comprende varios seres que se distinguen por una voz musical prodigiosamente atractiva e irresistible, que acababa llevando a la perdición a los marinos.
Los antropólogos debaten, sobre si estas figuras, no serán genios que guardan (o en el caso que nos ocupa, invitan) a las Puertas de la muerte.
En la leyenda de Jasón y los Argonautas, los marineros encantados por la voz de las sirenas se salvaron del desastre gracias a la habilidad de Orfeo, que logró con su canto tapar su melodiosa música y distraer a los Argonautas, ,los cuales hubieran ido a una muerte segura. Como diría Gabriel garcía Márquez: "la crónica de su muerte anunciada".
En la Odisea, Ulises preparó a su tripulación para evitar la música de las sirenas, tapándoles los oídos con cera; deseoso de escucharlas él mismo, se hizo atar a un mástil para no poder arrojarse a las aguas y morir, al escuchar su dulce voz.
¡Cuanto deberían aprender algunos de Ulises!...
Es posible que en la tradición clásica, su único atractivo radique en su voz, aunque su apariencia real, pudieran ser verdaderamente mostruosa, ya que su única finalidad real era atraer con sus melodías y llevar a los que les escuchen y sean embelesados por su canto, a una muerte segura.
Sin embargo, como dice Kafka, las sirenas pudieran poseer un arma mucho más terrible que el canto: su silencio.
Cuando Ulises pasó delante de ellas y pensaba con los oidos tapados que era inmune a su canto, no dejaba de mirarlas, mientra ellas se contoneaban, a sabiendas de que no podía escucharlas.
Por ello Ulises no sucumbió a su canto, sin embargo a través de sus ojos llegaron a su alma y consiguieron cambiarle y hacerle olvidar todo aquellos por lo que tanto había luchado, por sus ideales, por sus principios, etc.
Por eso me gustaría hacer una similitud al mundo político, sindical y asociacionista actual y me gustaría trasladaros una pregunta que me gustaría analizárais con calma.
¿Existen actualmente las sirenas y tritones, dejándonos seducir por su canto, arrastrándonos a una muerte segura?.
Yo afirmaría que si.
Un saludo







martes, 12 de mayo de 2009

La Libertad es el derecho de hacer todo lo que las leyes permiten.

Hoy me gustaría hacer una pequeña reflexión, sobre la realidad del asociacionismo reivindicativo de la guardia civil.

Repasando algunos apuntes que guardaba, me he encontrado con un interesante estudio que hacía hace ya unos años una asociación de militares y del cual he rescatado unos pequeños apuntes, los cuales me gustaría adaptar al momento actual.

En su informe, decía cosas como estas:
Ahora que una nueva Ley Orgánica de desarrollo del Derecho de Asociación ve la luz, sería el momento ideal para que nuestros políticos, haciendo gala de progresismo, valentía y amplio horizonte de miras, resolvieran la cuestión de una vez por todas antes que desde el exterior, en cumplimiento de las obligaciones emanadas de los tratados y compromisos internacionales que España ha asumido, se nos impulse para que nos situemos a la altura de nuestros socios europeos en lo que a derechos y libertades fundamentales se refiere.
Curiosamente este mismo párrafo se podría adaptar a la aprobación de la Ley de derechos y deberes de la guardia civil, por lo que sería el momento ideal…

La experiencia acredita que la cobertura asociativa no pasa de ser sino el ropaje de un sindicato

Creo que se define el sólo en su propia realidad.

Nuestro Estado de Derecho posee mecanismos sobradamente eficaces - todos ellos se ajustan a los principios de legalidad y tipicidad - para actuar al respecto sin necesidad de recurrir a oscuros dogmas, restrictivos de libertades fundamentales que podrían armonizar con pasados fueros, pero que hoy desentonan clamorosamente con los mandatos del texto constitucional.
Idem…

La diferenciación entre el asociacionismo y el sindicalismo - estriba, como más adelante veremos, en qué tipo de derechos se reclaman y cómo se reclaman, es decir, el contenido y la forma de la reivindicación.

Un pequeño matiz, que definiría claramente la diferencia entre poder solucionar conflictos o no.

Si en el sentido más amplio el sindicalismo es manifestación del espíritu asociativo del hombre, en el plano
jurídico el sindicato se encuadra en el llamado Derecho de los grupos, y se configura como un fenómeno de asociación. Ahora bien, la diferenciación entre el sindicato y las asociaciones comunes es clásica: el sindicato se distingue de la simple asociación, con la que se encuentra en relación de especie a género en que el sindicato es una asociación de interés público (art. 31.5 del Código Civil) a la que se suma, como diferencia específica, la finalidad básica laboral o profesional.

Por más vueltas que le doy a los diferentes textos, las diferencias son tan mínimas, que son casi imperceptibles.
Antonio Ojeda abunda en lo anterior y dice, dentro del concepto de libertad sindical, que la organización colectiva de los trabajadores no es una asociación, aunque tenga notas de lo que es una asociación (antes sí lo fue, cuando no tenía papel institucional alguno), pero actualmente hay diferencias ...
Simplificando parece que, para Montoya Melgar, cualquier asociación cuya finalidad básica sea laboral o profesional, es automáticamente un sindicato. Sin embargo Antonio Ojeda habla de sindicato cuando se trata de organización colectiva de trabajadores. Ambas matizaciones pueden ser incompletas.
Para acercarnos completamente a la verdadera definición del concepto de asociación reivindicativa tenemos que entrar en el contenido esencial de ambos derechos fundamentales, el de asociación y el de libertad sindical. Aunque, de lo anteriormente expuesto, podríamos sacar ya una primera conclusión (que posteriormente desarrollaremos):
Un sindicato, en el plano formal organizativo, es una asociación que reivindica (pide) determinadas cosas, pero una asociación que reivindica algo (aunque pueda coincidir en parte con lo que pide aquel) puede no ser (y no lo es necesariamente) un sindicato.

Es la propia Constitución (artículos 7, 10 y 28), junto con su norma de desarrollo (la LOLS) y las interpretaciones del Tribunal Constitucional, la que nos permite establecer el contenido esencial del derecho y el mecanismo para asumir el papel institucional reservado a los sindicatos.
EL CONTENIDO ESENCIAL DEL DERECHO A LA LIBERTAD SINDICAL queda configurado en los siguientes puntos:
• Derecho a sindicarse libremente, es decir, derecho a fundar sindicatos sin autorización previa.
• Derecho del trabajador a afiliarse al sindicato de su elección (con el único requisito de cumplir sus estatutos). Sin embargo, nadie puede ser obligado a afiliarse a un sindicato si no lo desea (libertad de elección negativa).
• Derecho de los sindicatos a formar confederaciones y a fundar organizaciones sindicales internacionales, así como afiliarse a las mismas o retirarse de ellas.
• Derecho de los afiliados a elegir libremente a sus representantes dentro del sindicato.
• Derecho a redactar sus estatutos y reglamentos, organizar su administración interna y sus actividades y formular su programa de acción. (Como único requisito a su organización y funcionamiento es que éste sea democrático).
• Derecho a no ser suspendidas ni disueltas sino mediante resolución firme de la Autoridad Judicial, fundada en incumplimiento grave de las Leyes.

Hasta aquí no he encontrado ninguna diferencia entre asociacionismo y sindicación

• Derecho a la actividad sindical (o derecho de acción), que comprenderá en todo caso:
• Ejercicio del derecho de huelga.
• Derecho a la negociación colectiva.
• Planteamiento de conflictos individuales y colectivos.
• Presentación de candidaturas a los órganos de representación en las empresas y en las Administraciones Públicas.

Aquí define claramente la diferencia entre asociación y sindicato.
Hemos resaltado deliberadamente este último punto el derecho de actividad o acción sindical ya que su importancia es determinante para establecer la diferencia entre un sindicato y una asociación. El derecho de acción posibilita que una organización sindical realice las acciones necesarias que le permitan funcionar como tal en orden a conseguir los fines pretendidos. De nada serviría el reconocimiento constitucional si el mismo no llevara aparejada unas prerrogativas de acción.
Entonces ¿cómo debemos considerar a estas organizaciones?. No sería correcto decir, ya que tienen todas las características de un sindicato, excepto la personalidad jurídica de éstos, que estamos ante ASOCIACIONES REIVINDICATIVAS DE CARÁCTER SINDICAL.
Por ello nos parece contraproducente que se trate de escamotear la representatividad que se busca a través del ejercicio de este derecho con sucedáneos o mecanismos discutiblemente democráticos que, sin duda alguna, tratan de adulterar el contenido esencial del derecho que se reclama. A nadie escapa que los Consejos Asesores de Personal, creados por Ley 17/1999 del Régimen del Personal Militar Profesional (y de los que algunos políticos franceses se han mostrado sorprendidos al ver que España adopta un modelo que ha demostrado sobradamente su fracaso e ineficiencia después de 30 años de aplicación en su país). Mientras no se doten de los mecanismos reales de reivindicación y defensa de los derechos de sus miembros, hay que decir que carecen de legitimidad y representatividad alguna, ya que sus propuestas no son vinculantes,
En vista de lo anterior, es obvio llegar a la conclusión de que dichos Consejos Asesores de Personal, en la línea del extinto CAP, no tienen otra finalidad que la de sustituir el juego democrático por otra cosa.
Existe en nuestros políticos y gobernantes en general una clara responsabilidad que hasta ahora se ha eludido sistemáticamente. Después de 35 años de andadura constitucional seguimos manteniendo un déficit democrático en lo que se refiere a política de personal en la Guardia Civil. Es cierto que han cambiado muchas cosas y que mucho de lo que se ha hecho resalta positivamente ante los ojos de nuestra sociedad (negarlo sería cegarnos ante la evidencia), pero seguimos manteniendo una posición de recelo y desconfianza, en lo que a los guardias civiles se refiere, que los sigue manteniendo al margen de la sociedad y posibilita que, desde la propia Administración, se le condene al silencio y a la indefensión ante las injusticias más clamorosas.
El tiempo ha demostrado sobradamente la madurez democrática de los profesionales de los Guardias Civiles y su lealtad al Estado de Derecho, a la democracia y que es respetuosa con la Constitución y con el Ordenamiento Jurídico tanto de cabeza como de corazón, y ello es así por una sencilla razón: amamos a España y a la Guardia Civil, que han sido, y son, nuestra vocación y nuestra vida, y nos duele la soledad, el abandono y la indefensión a la que se nos ha condenado. Podríamos hablar incluso de exclusión social.
Sólo pedimos que nuestros políticos y gobernantes sean consecuentes con los principios democráticos y faciliten el pleno desarrollo de los Derechos Fundamentales que esa misma Constitución que nos une predica para todos los ciudadanos, incluidos los de uniforme. Porque no podemos, no debemos permitir que de nuevo nuestros profesionales tengan que buscar fuera de nuestras fronteras lo que se les ha negado dentro de ellas.
Me gustaría a su vez, dejar constancia de una pregunta que se realizó hace unos años por un guardia civil y la contestación que recibió a la misma.

BOCCLM núm. 85-1ª parte(20/05/2005)

C-04/0290: Una consulta, realizada desde Moral de Calatrava (Ciudad Real) tuvo por objeto la sindicación de la Guardia Civil.
Para informar al interesado, se le dirigió un escrito comunicándole que el derecho a la libertad sindical de los funcionarios públicos se encuentra regulado en los Art. 7 y 28.1 de la Constitución Española y desarrollado en la Ley orgánica 11/1985, de 2 de agosto, de Libertad Sindical.
Ahora bien, tal y como señala el propio artículo 28.1 de la Constitución Española, la Ley podrá limitar o exceptuar el ejercicio de este derecho a las fuerzas o Institutos armados o a los demás cuerpos sometidos a disciplina militar, cual es el caso del Cuerpo de la Guardia Civil. En desarrollo de lo anterior, el apartado 3 del artículo 1 de la Ley Orgánica de Libertad Sindical opta por establecer que "quedan exceptuados del ejercicio de este derecho los miembros de las Fuerzas Armadas y de los Institutos Armados de carácter militar".
Por tanto, de las tres opciones otorgadas por el constituyente al legislador respecto al derecho a la sindicación de los miembros de la Guardia Civil (no exceptuar, exceptuar y limitar dicho derecho), el legislador optó por no reconocer la libertad sindical de la Guardia Civil.
Esta es la situación actual. Cambiarla requeriría, una decisión política inicial, la reforma de la propia Ley Orgánica de Libertad Sindical y el posterior desarrollo de este derecho para los miembros de la Guardia Civil.
Y es que la Constitución no prohíbe la sindicación en la Guardia Civil, por lo que bastaría pasar de la exceptuación de este derecho a su reconocimiento, aunque limitándolo. Cuestión aparte sería el debate sobre la procedencia o no de organizaciones sindicales en un cuerpo de carácter militar, que desempeña funciones policiales.

lunes, 11 de mayo de 2009

DERECHOS EN LA GUARDIA CIVIL


Hay dos categorías que ocupan cada vez más el centro de la idea de progreso: razón y libertad. El progreso es sobre todo un progreso del dominio creciente de la razón, y esta razón es considerada obviamente un poder del bien y para el bien. El progreso es la superación de todas las dependencias, es progreso hacia la libertad. También la libertad es considerada sólo como promesa, en la cual el hombre llega a su plenitud. En ambos conceptos –libertad y razón– hay un aspecto político. En efecto, se espera el reino de la razón como la nueva condición de la humanidad que llega a ser totalmente libre. Sin embargo, las condiciones políticas de este reino de la razón y de la libertad, en un primer momento, aparecen poco definidas. La razón y la libertad parecen garantizar de por sí, en virtud de su bondad intrínseca, una nueva comunidad humana perfecta. Pero en ambos conceptos clave, « razón » y « libertad », el pensamiento está siempre, tácitamente, en contraste también con los vínculos de la esperanza, ambos conceptos llevan en sí mismos, pues es un potencial revolucionario de enorme fuerza explosiva.

Hemos de fijarnos brevemente en las dos etapas esenciales del espíritu sindical de esta esperanza, porque son de gran importancia para el camino de la esperanza sindical, para su comprensión y su persistencia. Está, en primer lugar, la primera etapa de la lucha sindical como el intento de instaurar el dominio de la razón y de la libertad, en la que la clandestinidad era el método de subsistencia. Nadie conocía a nadie y se actuaba en similitud al grupo de asesinos organizados E.T.A, constituyendo taldes, sin medios en la mayoría de las ocasiones y donde el espíritu de lucha empezaba en uno mismo. Aquella época en un primer momento, ha contemplado fascinada estos acontecimientos, pero ante su evolución ha tenido que reflexionar después de manera nueva sobre la razón y la libertad.

Actualmente aquel espíritu se ha transformado por la evolución del tiempo, sin embargo, las necesidades de los guardias civiles siguen siendo las mismas. La gran diferencia retributiva entre Cuerpos de Seguridad, la escasez de medios y la peligrosidad en nuestro trabajo, siguen siendo la constante diaria en la vida de un guardia civil.

La esperanza con la que las nuevas Leyes podían cambiar nuestras vidas, se vió mermada de nuevo por la política. La política y algunos políticos nublaron de nuevo el horizonte sindical y de derechos de los guardias civiles, y la inexperiencia en este campo de algunos hizo que nuestras ilusiones se esfumaran de nuevo.

Así, pues, nos encontramos de nuevo ante la pregunta: ¿Qué podemos esperar? Es necesaria una autocrítica de la edad moderna en la que nos encontramos y de la necesidad de adaptarse a los tiempos para poder garantizar plenamente la seguridad de los ciudadanos.

El estado y sus políticos, tiene el deber de proteger y velar por las condiciones de los guardias civiles y considerarlos partes de su familia, no como hasta ahora “esclavos de la misma”. Es titular de unos derechos específicos. La misma Declaración universal de los derechos humanos, que constituye una conquista de civilización jurídica de valor realmente universal, afirma que « la familia es el núcleo natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a ser protegida por la sociedad y el Estado. La negación o restricción de esos derechos oscurece la verdad, amenazando los fundamentos mismos de su labor protectora y retrasando aquello que es inevitable: “la consecución de nuestros propios derechos a ser considerados un ciudadano más”.

Por tanto, quien obstaculiza el desarrollo sindical de la institución, aunque sea inconscientemente, hace que la paz y el bienestar de toda la comunidad, sea frágil, porque debilita la estructura de la misma.

domingo, 10 de mayo de 2009

Si un lider cuestionado se aferra a su puesto caprichosamente, dañara gravemente a la organización y eso se debe evitar.

Hoy, me váis a permitir que reproduzca un posteado que he encontrado en internet y que me ha parecido sumamente interesante, ya que siempre he mantenido una idea muy similar al autor del mensaje.

Pondré la dirección electrónica, por si a alguno de vosotros le interesan sus comentarios, a mi desde luego si. Recibid un saludo.

http://es.shvoong.com/law-and-politics/1615405-lider-se-hace-se-nace/

Si un lider cuestionado se aferra a su puesto caprichosamente, dañara gravemente a la organización y eso se debe evitar.

¿ Líder se hace o se nace? Es quizá el primer cuestionamiento que surgió cuando nos preguntamos por el significado de liderazgo. Podríamos decir que las habilidades innatas, favorecen al desarrollo del lider, pero resulta determinante la formación que uno va adquiriendo y la experiencia acumulada. El ir asumiendo responsabilidades, tomando decisiones, solucionando problemas, haciendo frente a situaciones difíciles, permitirá ir forjando a un auténtico lider. El fenómeno del liderazgo se basa, sin duda, en un reconocimiento espontáneo por parte del resto del equipo, lo que por supuesto, exigirá estar a la altura de las circunstancias. Un verdadero lider se caracteriza por la capacidad de ir “por delante”, de ser un visionario, de prever los movimientos. Ello le permite ir tomando las medidas oportunas para que su agrupación se encuentre siempre en primera línea. El líder no es una persona que en un momento dado tiene una idea “mágica”, es inquieta, inconformista, soñadora, brillante, pero consigue materializar sus sueños, tiene una confianza ciega en lograr sus objetivos; es seguido porque genera confianza, su visión de futuro es exigente, pero creíble y motivadora.. El futuro que defiende, trae consigo objetivos difíciles, pero alcanzables, si su idea de futuro fuera totalmente utópica, nos encontraríamos ante un lunático, pero nunca un lider Si su búsqueda no fuera común, difícilmente conseguiría el respaldo del grupo y tendría que olvidarse de alcanzar sus metas En ese punto, necesariamente, debemos diferenciar liderazgo y poder jerárquico: la jerarquía de un cargo da poder, pero autoridad, solo se consigue con liderazgo verdadero. En un grupo puede darse que el jefe y el lider, sean personas diferentes, claro es entonces, que este no es un rol reservado a la cúpula directiva. Un líder debe fijar las reglas del juego, tiene que dejar muy en claro que es lo que espera de su gente y que pueden esperar ellos a cambio. El liderazgo exige lograr una visión común, compartida por toda la organización y que esta funcione con una estructura descentralizada, donde cada elemento disfrute de cierta autonomía así se fortalece el sentimiento de pertenecer. Para que la descentralización sea compatible con una cultura común, el líder debe fomentar la comunicación en todas las direcciones, descendente, ascendente y horizontal. Cuando toca momentos de crisis, el lider, no debe perder el tiempo buscando excusas, justificaciones o culpables hay que buscar soluciones; ya habrá tiempo más adelante para analizar lo ocurrido, es allí, cuando con más fuerza se debe percibir la presencia del lider al frente. Quién se hará más visible y mostrará que todo está bajo control, proyectando una imagen de serenidad y podrá evaluar la situación. Para ello esto es esencial disponer información completa y veraz, lo que exige ir a la fuente, y si ello requiere saltarse los niveles jerárquicos y contactar las bases, tendrá que hacerlo. Es en estos momentos donde tiene que saber priorizar, diferenciar cuales son las primeras acciones, por donde hay que empezar y tomar decisiones que pueden exigir sacrificios. Una vez superada debe realizar un análisis crítico para conocer lo sucedido y sacar conclusiones (aprendizaje con vista al futuro) determinar los orígenes del conflicto, si este se debió a una falla interna, si se pudiese haber previsto o evitado, si la organización estaba preparada, si se ha sabido reaccionar, los resultados y por supuesto si los miembros del equipo no han estado a la altura de las circunstancias, el líder debe exigir responsabilidades. Cuando se es timonel de la organización, se cumple un papel determinante en tiempos normales y mucho más en momentos difíciles y ciertos peligros pueden hacer que su influencia sobre la agrupación sea negativa. Un verdadero conductor debe tener un nivel de auto confianza elevado, pero sin caer en el endiosamiento. Al moverse en círculos de poder, se codea con gente influyente, sus órdenes se cumplen sin objetar, nadie cuestiona sus decisiones, infunde respeto a sus subordinados, entre sus ayudantes abundan los aduladores, pueden llegar a creerse en un ser superior, infalible, en posesión de la verdad. Entonces cultivar la virtud de la humildad pasa a ser muy útil. Sentirse satisfecho con los logros y bajar la guardia, considerar suficiente, mantener el nivel actual, es un planteamiento peligroso; es el inicio de la decadencia. Si perdura en su puesto, pierde la motivación, la ilusión por el proyecto, la actividad se hace rutinaria, el nivel se resiente inmediatamente. La visión de un auténtico lider es hacer algo grande, que le sobreviva y que trascienda. Quiere dejar huellas y mejorar la calidad de vida de la gente que lo rodea, crear una cultura y un sistema de trabajo dentro de la organización y conseguir que su búsqueda de la excelencia llegue a todos los niveles sin olvidar que es también su cometido ir formando nuevos lideres. Por otra parte, debe saber retirarse cuando su empuje y capacidades vayan disminuyendo o haya personas que vengan detrás más fuerte, con nuevas ideas, no debe esperar que comiencen a oírse las primeras voces pidiendo su sustitución en todos los pasillos, debe ser consciente que su posición al frente es temporal y se mantendrá solo mientras sea la persona que más empuje .Si encontramos una persona con estas características y por añadidura esta fuera una persona con carisma, ciertamente, habríamos hallado el nuevo ideal de lider político.

PALMIRO CAPÓN Y LOS HERMANOS MACABEOS

Hoy quisiera dedicar mis pensamientos a un genio del tiempo: "Palmiro Capón". Para muchos Pañmiro puede ser un ser desconocido, pero para otros un auténtico maestro del recuerdo, mezcla de "Cuéntame" y "Papus".

Mientras me recreaba embelesándome en la lectura comico-política del Jueves, me encontre de nuevo con Palmiro. Esta vez su historia narraba las peripecias por las que atravesaban sus inicios académicos con "el napias". Su profesor de religión.

Cabe decir, que desde que era pequeño y cada vez que podía, le tomaba prestado a mi hermano mayor, todas aquellas revistas, que aunque algunos pudieran considerar que no eran apropiedas para mi edad, para mi hubiera sido un sacrilegio no leerlas. Me voy a referir al anterior: "el Papus, el Jueves, Sukia, Crimen y Misterio y algunos otros de cuyo nombre no quiero acordarme, como bien dice nuestro ilustre Miguel de Cervantes.

Para no desviarme mucho del tema, empezaré narrando la historia que magistralmente cuenta Palmiro.

La narración, basada en un hecho bíblico, trata sobre uno de los multiples sometimientos de los Hebreos por otro pueblo. Esta vez los invasores eran los Asirios y el Rey que los encabezaba era extremadamente cruel. Su nombre Antioco.

Este supremo lider magistral de su pueblo, estaba empeñado en que todos los hijos de Israel, adorasen a sus dioses y dieran la espalda a sus convicciones y a Yahvé.

Casi todo el mundo accedió a hacer lo que el rey quiso, muchos embelesados por su poder, aunque la mayoría por miedo. Sin embargo algunos permanecieron fieles a sus principios, entre ellos una mujer y sus siete hijos, los cuales estaba dispuestos a morir, antes que someterse y violar los principios aprendidos.

El Rey Antioco, haciendo alarde de su poder, mandó azotarlos con suprema crueldad y al ver que no renunciaban a sus valores, decretó atormentear uno a uno a los hermanos, hasta que sucumbieran a su poder. Antes de empezar el tormento, mandó poner un gran perol hirviendo. Primero mandó ajusticiar al hermano mayor y cabeza visible de la familia. Le mandó cortar la lengua, arrojándola al perol, después le arrancaron el cuero cabelludo. Continuó cocinándole manos y pies, ya que le parecía poco el tormento y finalmente le mandó arrojar a puchero, aún vivo, como escarmiento para los demás. A continuación y viendo que no se sometían a su crueldad, mandó hacer lo mismo uno a uno, hasta llegar al último.

Como no había conseguido nada con los antecesores por la vía del tormento, intentó cambiar de estrategia ofreciéndole riquezas, si aceptaba su voluntad, pero éste no se sometió y decidió acabar también con la madre. Este acto de voluntas hizó que al final el pueblo se revelara contra Antioco, ya ue había convertido a unos simples infantes, en verdaderos mártires. La cerrazón mental de Antioco, acabo destruyéndole de manera cruel. Recibió lo que había dado. Sobre todo por su huestes, ya que no le respetaban, simplemente se habían mantenido junto al poderoso.

Imaginariamente, esta narración me trasladó a nuestra época actual y empezaron a surgirme una tras otra, un montón de situaciones donde estos conceptos se podían aplicar. Lo primero que posteriormente vino a mi cabeza, fue la respuesta que hubieran dado muchos en la actualidad: " ¿A quien hay que postrarse y cuando cambiamos de valores?.

jueves, 7 de mayo de 2009

El hombre justo no es el que no comete injusticia, sino el que, pudiendo ser injusto, no quiere serlo


Como me dijo una vez un buen amigo: "Miguel, sólo existe un verdadero éxito en la vida. Poder vivir como se desea". ¡Que razón tenía mi amigo!.

A lo largo del tiempo te das cuenta que la espiral en la que se ha convertido tu vida, ha girado siempre en torno al mundo y no a las verdaderas convicciones que uno tiene, sin embargo, eso no debe preocuparnos realmente si nos paramos un segundo de nuestras ajetreadas vidas, a recapacitar un poco. Lo importante realmente, es traspasar la barrera del tiempo y darte cuenta que tu entorno a cambiado, tu vida, tus amigos, pero nunca tus anhelos, tus deseo internos y porqué no: "tus frustraciones internas", aquellas que te hacen seguir vivo y en la lucha diaria.

La verdadera felicidad no es aquella que carece de problemas, sino la que sabe como superarlos, ya que tolerar no quiere decir aguantar, sino mantener la calma cuando hay tormenta y la verdad es lo más valioso que tenemos: ¡economicémosla!.

Cuando leo y releo, algunas cosas de la época de las capuchas, siempre me viene la misma idea: aquellos hombres, como no sabían que era imposible conseguir sus objetivos, lo hicieron. Quizá esta frase puede paracer atípica, pero quizá si hubieran pensado lo contrario no hubieran luchado por ello. También se ha demostrado luego que el asociacionismo posterior trajo verdaderas zancadillas entre aprendices de políticos y las consignas eran claras: "el clavo que sobresale siempre recibe un martillazo", pero me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado y aunque a algunos les cueste entenderlo, la mente es como un paracaidas, y sólo funciona cuando se abre, por ello la conformidad obstruye el progreso.

Es posible que tengamos todavía que aprender que si te aplauden, nunca presumas hasta saber quien te aplaudió y que a veces es preferible y necesario saber que toda convicción es una verdadera cárcel.

Mi amigo también me dijo una frase que no he conseguido olvidar y es que más vale parecer un idiota con la boca cerrada, que abrir la boca y disipar toda duda, por ello si algún momento piensas que esto no tiene solución, no te preocupes. El peor día de tu vida sólo durará 24 horas.


Un tal Patxi (para mi quizá una de las personas que más han marcado mi carácter profesional y asociativo, el cual estoy seguro desconoce esta circunstancia), me hizo aprender allá por los 90, que la fidelidad es la confianza erigida en norma, ya que el egoísta se ama a si mismo sin rivales y que el que no reconoce ambos conceptos, no merece la pena que se le guarde fidelidad. ¡Cuan desgraciados son aquellos hombres que se creen que tienen todas sus ideas muy claras, porque no les permite ver la realidad del mundo que les rodea y el que teme sufrir, sufre doblemente temor, por ello siempre serán infelices.


Gracias a la experiencia que adquirimos en la vida (por cierto, experiencia es el nombre que damos a nuesras equivocaciones), nos damos cuenta que las ideas que todos tenemos no duran mucho, hay que hacer algo con ellas, ya que de no ser así, nos daríamos cuenta que esta carencia nos daría a entender que lo surgido de la nada, pueda alcanzar las más altas cuotas de miseria.


Por mi parte y analizando mi trayectoria, me siento feliz, contento, ya que me doy cuenta que sigo siendo todavía un idealista y no se donde voy, pero se cual es el camino y que algo si he aprendido. Cuando escucho la frase tan utilizada en este mundillo "Me han dicho que...", ya de por si es mentira.


Cada uno deberíamos mirarnos el ombligo antes de creernos que somos alguien y recordar que efectivamente somos únicos...Exactamente igual que los demás.


Un saludo

miércoles, 6 de mayo de 2009






Como ya he comentado anteriormente poco ha cambiado. La imágen pudiera perfectamente perderse en el tiempo. Ló único que diferencia una y otra es un siglo.

Esta pegatina, rescatada de los anales de la historia del sindicalismo en la guardia civil, ya que ni siquiera existía el derecho a asociación, narra y describe perfectamente la situación por la que atravesaban aquellos cuyos mensajes a la población civil eran los siguientes: "La Constitución es cosa de todos".

Un siglo después la Constitución, NO sigue siendo cosa de todos. Mientras que cualquier ciudadano se manifiesta pacíficamente, los guardias civiles siguen siendo expedientados, sancionando no sólo a los guardias civiles, sino a sus familias. Siguen teniendo restringidos derechos esenciales para cualquier ciudadano. Lo curioso del tema, es que a todo el mundo se le llena la boca y no pierde el tiempo en alabanzas para los miembros de esta institución, sin embargo la realidad es otra muy distinta. Aquellos que tienen el poder de cambiar, no se atreven y los que no tienen el poder, les da miedo. La realidad es que nadie se atreve a partir un melón tan dulce y prefieren ver como se va pudriendo poco a poco, mientras los guardias civiles siguen sumidos en una discriminación, que pudiera definirse como anacrónica e irreal, para el trabajo que desarrollan.

A lo largo de mis andanzas por el mundo pseudo-sindico-asociativo (como así podría definirlo algún destacado dirigente político), he podido observar como nadie ha tenido las agallas suficientes como para hacer cambiar de un modo suficientemente palpable, la situación por la que atraviesan los guardias civiles y sus familias. He podido escuchar a su vez todo tipo de comentarios al respecto y como es lógico, desde las más variopintas opciones políticas. Tanto es así, que algunas veces he llegado a confundir a conservadores con demócratas. A independentistas con "españolistas", etc. De hecho contaré un hecho real. Estando en dos reuniones diferentes, en fechas diferentes y políticos de signo muy diferentes, pude escuchar las mismas afirmaciones de ambos: "Es que la guardia civil, es la columna vertebral que sujeta a España...". Mi respuesta al primero fué clara: "solo conozco a un tal Hércules que sujetaba columnas y no me quiero ni imaginar, a nigún guardia civil de otra época, sujetando con el barbuquejo, las trinchas, la capa las columnas que sostienen el famoso "non plus ultra". Sin embargo la respuesta al segundo fué muy diferente: "disculpe que me haya quedado un poco absorto, pero le había confundido con uno de los políticos mas ultra-conservadores de esta País, sin embargo usted vende que es demócrata, por ello y como Dinio diría, sus palabras me confunden".

A su vez he aprendido como juegan algunos políticos, a algo tan antiguo como "EL INTERCAMBIO DE CROMOS". Yo te apoyo tu proposición de Ley (aunque me parezca vergonzosa) y tu me financias tal o cual Comunidad y me sueltas unos cuantos "milloncetes de euros". ¡Ahí es nada y máxime en esta época de crisis!.

Bueno, quería dejar estos pequeños matices de lo que es esta gran escuela y lo nóveles que somos todavía en ella, aunque ojo, a veces los niños se gradúan y acaban diplomados. Un saludo y hasta la próxima

martes, 5 de mayo de 2009

¿HA CAMBIADO ALGO EN LA GUARDIA CIVIL?


Curiosamente esta fotografía fué tomada, allá por los 90. En los años más duros del sindicalismo clandestino en la guardia civil, sus componentes funcionaban como verdaderos "taldes" de E.T.A. Cultivaban su clandestinidad en la lucha de guerrillas. Encapuchados, sin nombres que ofrecer y sin graduaciones. Simplemente apodos sobradamente conocidos por todos, alos cuales nadie les ponía cara: "TXELIS", "BLANCO", "IMANOL ó LEIOA", "PATXI" y un largo etc...
A ellos quiero dedicar mis primeras palabras y mi más profundo reconocimiento, así como a aquellos a los que debemos dar las gracias por haber conseguido la seguridad social. Para mi los grandes olvidados. Quizá a través de mi pequeña aportación, pueda conseguir un mínimo reconocimiento, las palabras de un neófito en estas lides bloggeras.
Eran años de incesante actividad etarra, sin embargo a algunos políticos les preocupaba enormemente este nutrido grupo de sindicalistas, que cada vez iban "in cescendo". Por ello dedicaron ingentes efectivos y grupos especializados para la erradicación de esta lacra, que se había marcado, como único objetivo, algo tan aberrante para algunos como "LA DEMOCRATIZACIÓN" del Cuerpo.
Mientras E.T.A atestaba golpes muy duros y asesinaba vilmente a los guardias civiles, los cuales eran objetivo prioritario de la banda de asesinos, las víctimas de estos indeseables verdugos eran olvidadas, apoyadas con grandes silencios institucionales, enterrando a nuestros compañeros con una rabia contenida, mientras este grupo de encapuchados que pedían derechos y dignidad laboral, solicitaban entre otras cosas chalecos antibalas para mermar en lo que se pudiera los efectos de los atentados, los cuales nunca llegaban. Curiosamente, casi veinte años después, se sigue pidiendo lo mismo.
Esta foto, la cual encabeza e inagura este blog, aún lejana y en blanco y negro, pudiera ser perfectamente una actual, ya que por desgracia, se sigue pidiendo lo mismo, veinte años después y en pleno apogeo democrático, en el que a todo el mundo se le llena la boca de garantizar derechos. Dejaré eso para otro momento, ya que alberga otra historia...